FLUIR (FLOW)

fluir (flow)

LA REVISIÓN DEL CONCEPTO DE LA FELICIDAD

   La felicidad es una condición vital que cada persona debe preparar, cultivar y defender individualmente. Las personas que saben controlar su experiencia interna son capaces de determinar la calidad de su vida.

  • Pregúntese a sí mismo si es feliz y dejara de serlo – J.S Mill -”

   Los mejores momentos suelen suceder cuando el cuerpo o la mente de una persona ha llegado a su límite en un esfuerzo voluntario para conseguir algo difícil y que valiera la pena. Una experiencia optima es algo que hacemos que suceda. Tales experiencias no tienen que ser necesariamente agradables en el momento en que ocurren.

   El estado en el cual las personas se hallan tan involucradas en la actividad que nada más parece importarles; la experiencia, por si misma, es tan placentera que las personas la realizaran incluso aunque tenga un gran coste por el puro motivo de hacerla.

  •    “Flujo” es la manera en que la gente describe su estado mental cuando la conciencia está ordenada armoniosamente.

   Cuando las personas intentan conseguir la felicidad por su cuenta, sin el apoyo de una fe, normalmente buscan maximizar los placeres que se hallan programados en sus genes o que son atractivos para la sociedad en la que viven. Pero la calidad de vida no puede mejorarse de ese modo. Sólo el control directo de la experiencia y a la habilidad para encontrar alegría momento a momento en todo lo que hacemos pueden superar los obstáculos en el camino hacia la realización.

RECUPERAR LA EXPERIENCIA

   Para sobreponerse a las ansiedades y depresiones de la vida actual, los individuos deben independizarse del entorno social hasta un grado en el que no respondan exclusivamente en términos de sus recompensas o castigos. Para obtener esta autonomía una persona debe aprender a darse recompensas. Tiene que desarrollar la habilidad de encontrar diversión y propósito sin tener en cuenta las circunstancias externas Este desafío es a la vez más fácil y más difícil de lo que parece: más fácil porque la habilidad para hacer esto está al alcance de todas las personas, más difícil porque requiere de una disciplina y perseverancia.

   Y antes de todo esto, conseguir el control sobre la experiencia requiere un cambio drástico de actitud sobre lo que es importante y lo que no lo es. Crecemos creyendo que lo que más cuenta en nuestras vidas es lo que va a ocurrir en el futuro. Los padres enseñan a sus hijos que, si aprenden buenas costumbres ahora, cuando sean adultos la vida les ira mejor. Los maestros con las clases aburridas aseguran que van a tener un beneficio más adelante cuando busquen trabajo. El vicepresidente de la compañía les dice a los empleados jóvenes que deben tener paciencia y trabajar duro, porque uno de estos días será ascendido a la categoría de los ejecutivos. Y al final de la larga lucha por avanzar, llegan los años dorados del retiro.

  •  “Nosotros siempre estamos luchando por vivir -solía decir Ralph Waldo Emerson -, pero nunca vivimos”

   Es importante darse cuenta que buscar el placer es una respuesta refleja que se halla en nuestros genes para asegurar la conservación de la especie, no con el propósito de nuestro disfrute propio y personal. El placer que tenemos al comer es una manera eficiente de asegurarse que el cuerpo va a obtener el alimento que necesita. Cuando un hombre se siente físicamente atraído por una mujer o viceversa, normalmente imagina -asumiendo que piensa en ello, si es que lo hace- que este deseo es una expresión de sus intereses individuales, un resultado de sus propias intenciones. En realidad, es más frecuente que su interés esté siendo manipulado por el invisible código genético. No hay nada de malo en seguir la programación genética, mientras reconozcamos lo que son y tengamos algún control sobre ellos cuando sea necesario perseguir otros objetivos a los que hayamos decidido darles prioridad. La persona que no puede resistirse a la comida o al alcohol, o cuya mente esta siempre pensando en el sexo, no es libre para dirigir su energía psíquica.  Puesto que mientras respondamos de forma predecible a lo que sentimos como bueno y a lo malo, es fácil que los demás exploten nuestras preferencias para sus propios fines. Atrapado por la trampa de los controles sociales, esta persona sigue luchando por un premio que siempre se disuelve entre sus manos.

   La solución es liberarse de forma gradual de las recompensas de la sociedad, aprender como sustituirlas por las que estén bajo el poder propio. Esto no significa que debamos abandonar todos los objetivo que nos propone la sociedad; significa que cadenas o en lugar de los objetivos con los que otros nos seducen, debemos desarrollar unos propios. Si una persona aprende disfrutar y a encontrar significado en la corriente incesante de experiencias, en el propio proceso de vivir por sí misma, el peso de los controles sociales cae automáticamente de nuestros hombros, debemos independizarnos de los dictados del cuerpo aprender a tomar el control de lo que sucede en nuestra mente. El placer y el dolor suceden en la conciencia y existen solo en ella. 

  • “Los hombres no tienen miedo de las cosas sino de cómo las ven -Epicteto-”
  • “Si te sientes dolido por las cosas externas, no son estas las que te molestan, sin tu propio juicio acerca de ellas. Y está en tu poder el cambiar este juicio ahora mismo -Marco Aurelio-”

VÍAS DE LA LIBERACIÓN

   En primer lugar, el tipo de conocimiento o sabiduría que uno precisa para emancipar la conciencia no es acumulativo, no puede condenarse en una formula, memorizarse y luego aplicarse de forma rutinaria.

   El control sobre la conciencia no es simplemente una habilidad cognitiva, al menos tanto como la inteligencia. Necesita de la colaboración de las emociones y de la voluntad. NO es suficiente saber cómo hacerlo; uno debe hacerlo de forma continuada. En segundo lugar, el conocimiento de cómo controlar la conciencia debe reformularse cada vez que el contexto cultural varia. Tan pronto como se convierte en parte de un conjunto de normas y reglas sociales deja de ser forma eficaz del modo que originalmente pretendía.

   El modo es a través del control sobre la conciencia, lo que nos conduce al control sobre la calidad de la experiencia. Cualquier ganancia, por pequeña que sea, en esta dirección va a hacer que nuestra vida sea más rica, divertida, con más significado. Antes de empezar a describir los modos en los cuales podemos mejorar la calidad de experiencia, va a ser útil recordar cómo funciona la conciencia y que significa realmente tener “experiencias”. Si sabemos esto, podemos conseguir con mayor facilidad la liberación personal.

LA ANATOMÍA DE LA CONCIENCIA

   La función de la conciencia es representar la información sobre lo que está sucediendo dentro y fuera del organismo de tal modo que el cuero pueda evaluarla y actuar en consecuencia. Esta capacidad de perseverar a pesar de los obstáculos y retrocesos es la cualidad que la gente más admira en los demás y con justicia, porque es probablemente el rasgo más importante. No solo para tener éxito en la vida, sino también para disfrutarla. Para adquirir este rasgo de la personalidad, uno debe hallar la manera de ordenar la conciencia y ser capaz de controlar los sentimientos y pensamiento. Y lo mejor es no creer que existen atajos para lograrlo.

   Así que podemos pensar que la conciencia es información intencionalmente ordenada, puesto que para nosotros los acontecimientos externos no existen a menos que seamos conscientes de ellos, la conciencia corresponde a la realidad tal y como la experimentamos subjetivamente. 

LA ATENCIÓN COMO ENERGÍA PSÍQUICA

   La señal de que una persona controla la conciencia es que tiene la habilidad de centrar su atención a voluntad, que puede evitar las distracciones y concentrarse tanto tiempo como lo necesite para alcanzar su objetivo, no más.

  •    Cada persona distribuye su limitada atención ya sea centrándola intencionadamente como un rayo de energía, o dispersándola con movimientos aleatorios.

   Puesto que la atención determina lo que aparecerá o no en la conciencia y puesto que también es necesaria para que sucedan otros actos mentales, es útil pensar en ella como energía psíquica. La atención es como la energía sin la cual no podemos trabajar en nada y mientras trabajemos se disipa. Y es una energía bajo nuestro control, para hacer con ella lo que nos guste; por ello la atención es la herramienta más importante en la tarea de mejorar la calidad de experiencia.

ENTRAR EN LA PERSONALIDAD

En un punto decimos que la personalidad dirige la atención y en el otro que la atención determina la personalidad. De hecho, ambas afirmaciones son ciertas: la conciencia no es un sistema estrictamente lineal, sino que es un sistema en el cual impera una casualidad circular. La atención da forma a la personalidad pero, a su vez, es formada por esta última.

   Hemos visto que la experiencia depende de la manera en la que utilizamos la energía psíquica (en la estructura de la atención), la cual, a su vez, está en relación con los objetivos y las intenciones. Estos procesos están conectados ente si por la personalidad, o sea, por la dinámica de la representación mental que tenemos del sistema entero de nuestros objetivos.

    La existencia también puede ser mejorada por sucesos externos, como un millón de dólares, casarse con la persona adecuada, o ayudar a cambiar un sistema social injusto. Pero incluso estos sucesos maravillosos deben tomar su lugar en la conciencia y deben conectarse positivamente a nuestra personalidad antes de que puedan afectar a nuestra calidad de vida.

EL DESORDEN EN LA CONCIENCIA: LA ENTROPÍA PSÍQUICA

   Cuando la información desorganiza la conciencia al amenazar sus metas, sucede el desorden interior, o entropía psíquica una desorganización de la personalidad que menoscaba sus efectividades. Las experiencias prolongadas de este tipo pueden debilitar la personalidad hasta el punto de no ser capaz de prestar atención a las cosas y perseguir sus metas. Una nueva información creara desorden en la conciencia y conseguirá que nos enfrentemos a la amenaza, o bien reforzara nuestras metas y así liberara energía psíquica.

ORDEN EN LA CONCIENCIA: FLUJO

   El estado opuesto de la condición de entropía psíquica es la experiencia optima. Cuando la información que llega a la conciencia es congruente con nuestras metas, la energía psíquica fluye sin esfuerzo. No hay necesidad de preocuparse, no existe ninguna razón para cuestionarse la propia capacidad. Pero cuando la persona se detiene a pensar sobre sí misma la evidencia es alentadora; <>. La retroalimentación positiva fortalece la personalidad y la atención es más libre para enfocarse en el entorno exterior y el interior. 

  • La batalla finalmente no es contra la personalidad, sino contra la entropía que trae desorden a la conciencia.

LA COMPLEJIDAD Y EL CRECIMIENTO DE LA PERSONALIDAD

   La complejidad es el resultado de dos procesos psicológicos: la diferenciación y la integración. La primera implica movimiento hacia la originalidad, hacia separarse de los demás. L integración se refiere a lo opuesto: a la unión con otras personas, con ideas y entidades más allá de la personalidad. Una personalidad compleja es aquella que logra combinar estas tendencias opuestas.

  •    Cuando optamos por una meta y nos involucramos en ella llegando a los límites de nuestra concentración, cualquier cosa que hagamos será agradable.

EL DISFRUTE Y LA CALIDAD DE VIDA

   Hay dos estrategias principales que podemos adoptar para mejorar la calidad de vida. La primera es intentar que las condiciones externas estén de acuerdo con nuestras metas. La segunda es cambiar nuestra experiencia de las condiciones externas para adaptarlas a nuestras metas. Por ejemplo, sentirse seguro es un componente importante de la felicidad.

  • Mas bien depende de cómo nos sentimos con nosotros mismos y con lo que nos sucede. Para mejorar la vida hay que mejorar la calidad de experiencia.

PLACER Y DISFRUTE

El placer nos ayuda a mantener el orden, pero por si mismo no puede crear nuevo orden en la conciencia. Los sucesos capaces de hacernos disfrutar ocurren cuando una persona no solamente ha cumplido alguna expectativa anterior o satisfizo una necesidad o un deseo, sino también cuando ha ido más allá de lo que el o ella se habían programado hacer y logran algo inesperado, tal vez alago que nunca habían imaginado. El disfrute está caracterizado por este movimiento hacia adelante; por un sentimiento de novedad, de realización. Después de un suceso agradable sabemos que hemos cambiado, que nuestra personalidad ha crecido: en algunos aspectos hemos llegado a ser más complejos como resultado de ello.

LOS ELEMENTOS DEL DISFRUTE

   Primero, la experiencia suele ocurrir cuando nos enfrentamos a tareas que tenemos al menos una oportunidad de lograr. Segundo debemos ser capaces de concentrarnos en lo que hacemos. Tercero y cuarto, normalmente la concentración es posible porque la tarea emprendida tiene unas metas claras y nos ofrecen una retroalimentación inmediata.  Quinto, uno actúa sin esfuerzo, con una profunda involucración que aleja de la conciencia las preocupaciones y frustraciones de la vida cotidiana. Sexto, las experiencias agradables permiten a las personas ejercer un sentimiento de control sobre sus acciones. Séptimo, desaparece la preocupación por la personalidad, aunque paradójicamente, el sentimiento acerca de la propia personalidad surge más fuerte después de la experiencia de flujo. Finalmente, el sentido de la duración del tiempo se altera; las horas pasan en minutos y los minutos pueden prolongarse hasta parecer horas.

   Lo que hace disfrutar a las personas no es el sentimiento de tener el control, sino el sentimiento de ejercer ese control en situaciones difíciles. No es posible experimentar un sentimiento de control a menos que uno esté dispuesto a abandonar a la seguridad de la rutina protectora. Únicamente cuando se está en juego un resultado dudoso, y cuando uno es capaz de influir en ese resultado, la persona podrá saber si realmente tiene o no el control.

LA EXPERIENCIA AUTOTÉLICA

   El elemento clave de una experiencia optima es que tiene un fin en si misma. Incluso si inicialmente la llevamos a cabo por otras razones, la actividad que nos ocupa se convierte en algo intrínsecamente gratificante. Los cirujanos dicen de su trabajo: “disfruto tanto que me gustaría hacerlo, aunque no tuviese que hacerlo.

   La palabra autotélico deriva de dos palabras griegas, auto, que significa en sí mismo, y telos, que significa finalidad. Se refiere a una actividad que se contiene en sí misma, que se realiza no por la esperanza de ningún beneficio futuro, sino simplemente porque hacerlo es en sí la recompensa. Operar en la bolsa para ganar dinero no es una experiencia autotélica, pero si operar para poner a prueba la propia habilidad de predecirlas tendencias futuras.

  • Cuando la experiencia es intrínsecamente gratificante la vida está justificada en su presente, en vez de ser el rehén de un hipotético beneficio futuro. 

LAS CONDICIONES DEL FLUJO

ACTIVIDADES QUE PRODUCEN FLUJO

   Por supuesto, la competición mejora la experiencia únicamente mientras la atención está enfocada primariamente sobre la actividad en si misma- Si las metas extrínsecas -como vencer al adversario, querer impresionar al auditorio o pretender un buen contrato como profesional- son lo que a uno le preocupa, entonces es probable que la competición se convierta en una distracción, en lugar de ser un invectivo para enfocar la conciencia sobre lo que sucede.

   Cuando una persona no puede controlar la energía psíquica, ciertamente no es posible que aprenda ni disfrute. Un obstáculo menos drástico para experimentar flujo es el excesivo temor al ridículo. Una persona que se preocupa constantemente acerca de cómo la perciben los demás, que tiene miedo de crear la impresión equivocada o de hacer algo impropio se condena también a excluirse permanentemente de disfrute. Y lo mismo las personas que son excesivamente egoístas. Un individuo egoísta normalmente no es autoconsciente, pero en lugar de ello evalúa cada porción de información únicamente desde el punto de vista de cómo esta información se relaciona con sus deseos. Para esta persona nada tiene valor en sí mismo. Una flor no merece una segunda mirada a menos que pueda usarse para algo; un hombre o mujer que no tiene nada que aportar a sus propios interese no merece más atención.

LA GENTE DEL FLUJO

   Las características que determina una personalidad autotélica, en su mayoría, se revelan más claramente en las personas que parecen disfrutar con situaciones que otras personas ordinarias encontrarían insufribles.

   Primero, prestaron suma atención los detalles más ínfimos del ambiente, descubriendo ocultas oportunidades para la acción que se equiparaban a las cosas precisas que eran capaces de hacer, dadas las circunstancias. Entonces se asignaban metas apropiadas a su precaria situación, y se controlaban estrechamente el progreso mediante la retroalimentación. Cuando alcanzaban su meta, subían el listón, colocando ente si desafíos cada vez más complejos.

   Cuando la adversidad amenaza con paralizarnos, necesitamos reafirmar el control encontrando una nueva dirección hacia dónde invertir la energía psíquica, una dirección hacia dónde invertir la energía psíquica, una dirección que esté fuera del alcance de las fuerzas externas. Cuando todas las aspiraciones se hallan frustradas, la persona todavía busca una meta significativa a su alrededor para dar orden a sus personalidades.  Entonces, aunque esa persona objetivamente sea un esclavo, subjetivamente es libre.

EL CUERPO EN FLUJO

MÁS ALTO, MÁS RÁPIDO, MÁS FUERTE

  1. Establecer una meta general y tantas submétases realistas como sea posible.
  2. Encontrar maneras de medir el progreso desde el punto de vista de las metas elegidas.
  3. Concentrarse en lo que uno hace y realizar distinciones cada vez más precisas en los desafíos involucrados en la actividad.
  4. Desarrollar las habilidades necesarias para interactuar con las oportunidades disponibles.
  5. Elevar el nivel si la actividad nos aburre.

   El mejor camino para evitar el caos en la conciencia por supuesto, es mediante hábitos que den el control sobre los procesos mentales al propio individuo, en vez de a alguna fuente externa de estimulación, como los programas de televisión. Sin embargo, para adquirir tales hábitos se requiere practica y el tipo de metas y reglas que son inherentes a las actividades de flujo. Por ejemplo, una de las maneras más sencillas de usar la mente es soñar despierto: realizar una sucesión de hechos con imágenes mentales. Pero incluso esta manera aparentemente fácil de ordenar el pensamiento está más allá del alcance de muchas personas. Soñar despierto no solamente ayuda a crear orden emocional compensando en la imaginación una realidad desagradable, permite ensayar situaciones imaginarias y vean cual es la mejor estrategia que pueden adoptar para enfrentarlas, todos los resultados que ayuden a aumentar la complejidad de la conciencia.

AMAR LA SABIDURÍA

   Si uno anota sus ideas como reacción un desafío interior de expresar claramente las preguntas importantes a las que uno se siente enfrentado y trata de esbozar respuestas que ayuden a dar sentido a las propias experiencias, entonces el filósofo aficionado habrá aprendido a obtener disfrute de una de las tareas más difíciles y gratificantes de la vida.

EL DESAFIO DE APRENDER TODA LA VIDA

   Mucha gente deja el aprendizaje después de dejar la escuela porque trece o veinte años de educación motivada extrínsecamente es todavía una fuente de desagradables recuerdos. Su atención ha sido tan manipulada desde afuera por los libros y por los profesores, que considera que el día en que se graduó fue su primer día de libertad.

   Pero una persona que olvida el uso de sus habilidades simbólicas nunca está realmente libre. Sus pensamientos son dirigidos por las opiniones de sus vecinos, por los editoriales de los periódicos y las campañas de la televisión. Está a merced de los “expertos”. Idealmente el fin de la educación extrínseca debería ser el comienzo de una educación que se motivara intrínsecamente. Llegados a este punto, la meta de estudiar no es sobresalir, obtener un diploma y encontrar un buen trabajo, sino que es comprender qué sucede a nuestro alrededor, desarrollar un sentido personalmente significativo acerca de las propias experiencias. De allí vendrá el profundo placer del pensador, como el experimentado por los discípulos de Sócrates que Platón describe en Filebo: “El joven que ha bebido por primera vez de esta fuente es tan feliz como si hubiese encontrado un tesoro de sapiencia; se extasía verdaderamente, Entenderá cualquier discurso, pondrá todas las ideas juntas para hacer una sola, entonces las separará y tirará los pedazos, Se hará preguntas primero a sí mismo, después también a los demás , a quienquiera que se acerque a él, joven o viejo, discutirá con sus padres y con quien esté dispuesto a escucharle…”

EL TRABAJO COMO FLUJO

   “El trabajo ennoblece al hombre, y lo convierte en un animal”. Este refrán irónico puede ser un comentario sobre la naturaleza de todos los trabajos, pero también puede interpretarse el significado de que el trabajo que requiere grandes habilidades y  que se realiza libremente refina complejidad de la personalidad y, por otro lado, que hay pocas cosas tan entrópicas como el trabajo no cualificado hecho por obligación. El cirujano cerebral que opera en un hospital espléndido y el esclavo obrero que se tambalea bajo una carga pesada mientras atraviesa un rio de lodo son ambos trabajadores. Pero el cirujano tiene una oportunidad para aprender cosas nuevas todos los días y todos los días sabe que él manda y que puede desempeñar tareas difíciles. El obrero se ve forzado a repetir los mismos movimientos agotadores y lo que él aprende es mayormente sobre su propia impotencia.

TRABAJOS AUTOTÉLICOS

   Cuanto más se parezca el trabajo a un juego – con variedad, desafíos apropiados y flexibles, metas claras y retroalimentación inmediata- mas agradable será, sea cual sea el nivel de cualificación del trabajador.

LA PARADOJA DEL TRABAJO

   Podría afirmarse que, aunque el flujo en el trabajo sea agradable, la gente no puede permanecer en niveles altos de desafío todo el tiempo. Necesita recuperarse en casa, volver a echarse en el sofá durante unas horas cada día, aunque no lo disfrute.

EL DERROCHE DEL TIEMPO LIBRE

   La experiencia de flujo que resulta del uso de nuestras habilidades conduce al crecimiento; la diversión pasiva no conduce a ninguna parte. Colectivamente, derrochamos cada año el equivalente de millones de años de conciencia humana. La energía que podría usarse para enforcarla en metas complejas, para ofrecernos un crecimiento personal placentero, se malgasta en modos de estimulación que sólo copian la realidad. El ocio masivo, la cultura masiva, e incluso la cultura elevada extrínsecas -tales como el deseo de ostentar nuestro estatus- son parásitos de la mente. Absorben energía psíquica sin ofrecernos nada a cambio. Nos dejan más agotados, más desanimados de lo que estábamos antes.

DISFRUTAR DE LA SOLEDAD Y DE LOS DEMÁS

Los estudios sobre el flujo han demostrado repetidamente que más que de cualquier otra cosa, la calidad de vida depende de dos factores: de cómo experimentamos el trabajo y de nuestras relaciones con otras personas. La información mas detallada sobre quiénes somos como individuos proviene de las personas con las que nos comunicamos y de la manera en que realizamos nuestros trabajos. Nuestra personalidad está definida principalmente por lo que sucede en estos dos contextos, como Freud reconoció en su prescripción de “amor y trabajo” como receta para la felicidad.

EL DOLOR DE LA SOLEDAD

   ¿Por qué la soledad es una experiencia tan negativa? La respuesta más profunda es que mantener el orden en la mente desde dentro es muy difícil. Necesitamos objetivos externos, estímulos externos, retroalimentación del entorno para mantener enfocada la atención. Y cuando nos falta información externa, dando como resultado el estado que hemos denominado como “entropía psíquica”.

   En otras palabras, sin nada que hacer, la mente es incapaz de impedir que los pensamientos negativos se coloquen en primer término. Y menos que uno aprenda a controlar la conciencia, la misma situación les ocurre a los adultos. Las preocupaciones sobre la vida amorosa, la salud, las inversiones, la familia y el trabajo siempre revolotean en la periferia de la atención, a la espera hasta que no haya nada que pida concentración. Tan pronto como la mente está dispuesta para relajarse, ¡zas!, los problemas potenciales que esperaban con impaciencia asumen la dirección.

   Una persona que rara vez se aburre, que no necesita constantemente de un ambiente externo favorable para disfrutar del momento, ha superado la prueba de haber logrado una vida creativa.

  • Cuando una persona es capaz de realizar esas actividades a voluntad, sin considerar lo que sucede externamente, entonces ha aprendido a cultivar la calidad de vida.

EL FLUJO Y LA FAMILIA

   En palabras de John Fletcher, “quienes tiene más poder para lastimarnos son las personas que amamos”. Lo que está claro es que la familia puede hacer que uno sea muy feliz o puede ser una carga insufrible. Lo que será despende, en gran parte, de cuánta energía psíquica inviertan los miembros de la familia en su relación mutua, y especialmente en las metas de los demás.

   Cada relación requiere un reorientación de la atención, un reposicionamiento de las metas. Cuando dos personas empiezan a salir juntas, deben aceptar ciertas limitaciones que cada persona, por sí sola, no tenía: los horarios deben coordinarse, los planes se modifican. Hasta cierto punto la pareja tendrá que responder con emociones similares a los estímulos que encuentre (la relación probablemente no durará mucho si al hombre le gusta una película que odia la mujer, y viceversa). Cuando dos personas eligen enfocar su atención recíprocamente entre sí, ambos tendrán que cambiar sus hábitos; como resultado, el modelo de su conciencia también tendrá que cambiar.

   Cicerón escribió que para ser completamente libre hay que convertirse en esclavo de las leyes. En otras palabras, aceptar las limitaciones libera. Por ejemplo, al decidirse a invertir la energía psíquica exclusivamente en un matrimonio monógamo, a pesar de los problemas, obstáculos u opciones más atractivas que pueden aparecer luego, uno se libera de la presión constante de tratar de aumentar al máximo las recompensas emocionales. Habiéndose comprometido a lo que las anticuadas normas del matrimonio exigen, y al hacerlo de buen agana en vez de ser obligado por la tradición, una persona ya no necesita preocuparse dese ha hecho la elección correcta o de si la hierba podría ser más verde en alguna otra parte. Como resultado, se consigue liberar una gran cantidad de energía para vivir, en vez desperdiciarla en preguntarse sobre cómo vivir.

   Con el tiempo uno consigue conocer bien a la otra persona y los desafíos obvios se agotan. Se han probado todas las estratagemas usuales y las reacciones de la otra persona se convierten en algo predecible. El juego sexual ha perdido su excitación. Y llegados aquí, la relación está en peligro y puede convertirse en una rutina aburrida que puede mantenerse por conveniencia mutua, pero es improbable que ofrezca disfrute adicional o que chispee un nuevo crecimiento en la complejidad. La única manera de restaurar el flujo a la relación es encontrando nuevos desafíos en ella. Estos podrían ser tan simples como varias las rutinas de comer, dormir o comprar. Podrían implicar esforzarse para hablar de nuevos temas de conversación, visitar nuevos lugares, hacer nuevos amigos. Más que cualquier otra cosa tiene que ver con prestar atención a la complejidad propia de la pareja, conseguir conocerla a niveles más profundos de los que eran necesarios en los primeros tiempos de la relación, apoyándole con simpatía y comprensión durante los inevitables cambios que los años traerán. Una relación compleja tarde o temprano se enfrenta a la gran cuestión: si los dos están listos para establecer un compromiso para toda la vida.

DISFRUTAR CON LOS AMIGOS

   El ideal de una pareja moderna es tener al cónyuge como amigo. Ahora que hay menos presiones extrínsecas para casarse, mucha gente afirma que su mejor amigo es su cónyuge.

   La amistad no es agradable a menos que aceptemos sus desafíos. Si una persona se rodea a sí misma de “amigos” que simplemente la reafirman en su imagen pública, que nunca ponen en duda sus sueños ni sus deseos, que nunca la fuerzan a probar otras maneras de ser, perderá las oportunidades que la amistad representa. Un amigo de verdad es alguien con quien a veces podemos hacer el loco, alguien que no espera que siempre seamos formales. Es alguien que comparte nuestra meta de autorrealización y que, por lo tanto, está dispuesto a compartir los riesgos que cualquier aumento en complejidad implica.

ENGAÑAR AL CAOS

   La experiencia subjetiva no es simplemente una de las dimensiones de la vida, es la vida en sí misma. Las condiciones materiales son secundarias: sólo nos afectan indirectamente, por la vía de la experiencia. Por otro lado, el flujo, e incluso el placer, benefician directamente la calidad de vida. La salud, el dinero y las demás ventajas materiales pueden o no pueden mejorar la vida. A menos que una persona haya aprendido a controlar la energía psíquica, las oportunidades que ofrecen tales ventajas serán inútiles.

LA PERSONALIDAD AUTOTÉLICA: RESUMEN

   La “personalidad autotélica” fácilmente traduce las amenazas potenciales en desafíos agradables, de este modo mantiene su armonía interior. Una persona que nunca está aburrida, que raramente está ansiosa, que se siente implicada en lo que sucede y que está en flujo la mayoría del tiempo puede decirse que tiene una personalidad autotélica. El término literalmente significa “una personalidad que tiene metas autónomas”, y refleja la idea de que este individuo tiene relativamente pocas metas que no se originen desde dentro de su personalidad. Para la mayoría de las personas, las metas vienen determinadas directamente por las necesidades biológicas y las convenciones sociales, por lo tanto, su origen está fuera de la personalidad. Para una persona autotélica, las metas primarias surgen de la experiencia evaluada en la conciencia y, por consiguiente, la propia personalidad.

LA ELABORACIÓN DEL SIGNIFICADO

   Es cierto que la vida no tiene ningún significado, si por eso entendemos una meta suprema inherente a la estructura de la naturaleza y la experiencia humana, una meta que sea válida para todos los individuos.

   Una cosa es reconocer que la vida no tiene, por sí misma, sentido, pero otra cosa completamente distinta es aceptar esto con resignación. El primer hecho no supone el segundo, como la carencia de alas no impide que volemos.

LO QUE SIGNIFICA EL SIGNIFICADO

   Crear significado implica traer orden a los contenidos de la mente integrando las propias acciones en una experiencia unificada de flujo. Los tres sentidos de la palabra “significar” descritos anteriormente permiten ver con más claridad cómo se lleva a cabo esto. Las personas que encuentran que sus vidas tienen significado suelen tener una meta que las desafía lo suficiente como para implicar todas sus energías, una meta que puede dar trascendencia a sus vidas. Podemos referirnos a este proceso como conseguir un propósito. Para experimentar el flujo hay que tener metas para las propias acciones: ganar un juego, hacerse amigo de una persona, realizar algo de una cierta manera. La meta en sí no suele ser lo importante; lo que importa es que enfoca la atención de una persona y la involucra en una actividad agradable que puede lograr. De forma similar, una actividad algunas personas son capaces de mantener en el mismo foco su energía psíquica a lo largo de toda su vida.

   El propósito, la resolución y la armonía unifican la vida y le dan significado al transformarla en una experiencia perfecta de flujo. Cualquiera que logre este estado nunca carecerá realmente de ninguna otra cosa. Una persona cuya conciencia esté tan ordenada no necesita temer los sucesos inesperados, ni siguiera la muerte. Vivir cada momento tendrá sentido y la mayoría de ellos serán agradables. Esto seguramente suena a algo muy deseable. ¿Cómo podemos lograrlo?

FORJAR LA RESOLUCIÓN

   El propósito da dirección a los propios esfuerzos, pero no hace necesariamente la vida más fácil. Las metas pueden conducir a todo tipo de problemas, hasta el punto de que uno se siente tentado a abandonar y encontrar algún guion menos exigente para poder ordenar sus acciones. El precio que uno paga por cambiar las metas cuando los obstáculos las amenazan es que, aunque uno pueda lograr una vida más amena y cómoda, es probable que acabe por sentirse vacío y sin significado.

   Idealmente la actividad y la reflexión deberían complementarse y apoyarse entre sí. La acción por sí misma es ciega; la reflexión es impotente. Antes de invertir grandes cantidades de energía en una meta, vale la pena hacerse seta pregunta fundamental: ¿esto es algo que yo realmente quiero hacer?, ¿es algo con lo que disfruto haciéndolo?, ¿lo disfrutaré probablemente en el futuro?, ¿el precio que yo -y los demás- tendrán que pagar por ello, vale la pena?, ¿seré capaz de vivir conmigo mismo si lo logro?

RECUPERAR LA ARMONÍA

   La condición original de los seres humanos, con anterioridad al desarrollo de una conciencia autorreflexiva, debe haber sido un estado de paz interior sólo perturbado por mareas de hambre, sexualidad, dolor y peligro. Las formas de entropía psíquica que actualmente nos causan tanta angustia -los deseos incumplidos, las expectativas que nos desilusionaron, la soledad, la frustración, la inquietud, la culpabilidad- probablemente han sido invasores recientes de la mente. Son los subproductos del aumento tremendo en complejidad de la corteza cerebral y del enriquecimiento simbólico de la cultura. Ellos son el lado oscuro de la aparición de la conciencia.

   Cuanto más complejo sea cualquier sistema, más espacio deja abierto para las alternativas y más cosas pueden ir mal. Esto seguramente es aplicable a la evolución de la mente como ha aumentado su poder para manejar información, la potencialidad para el conflicto interior también ha aumentado. Cuando hay demasiadas demandas, opciones, desafíos, nos ponemos ansiosos; cuando hay pocos, nos sentimos aburridos.

   Cuando sólo somos capaces de imaginarnos unas pocas oportunidades y unas pocas posibilidades, es relativamente fácil lograr la armonía. Los deseos son simples, las elecciones claras. Hay poco lugar para el conflicto y ninguna necesidad de llegar a compromisos. Éste es el orden de los sistemas sencillos, un orden ocasionado por la falta de oportunidades, si queremos llamarlo así. Es una armonía frágil; paso a paso, con el aumento de complejidad, las oportunidades de que el sistema genere entropía internamente también aumentan.

LA UNIFICACIÓN DEL SIGNIFICADO EN LOS TEMAS VITALES

   El tema vital, como un juego que prescribe las reglas y las acciones que hay que seguir para experimentar flujo, identifica qué hará agradable la existencia. Con un tema vital, todo lo que sucede tendrá un significado (no necesariamente un significado positivo, pero un significado de todos modos). Si una persona destina todas sus energías a conseguir unos millones de dólares antes de llegar a los 30 años, cualquier suceso es un paso hacia adelante o hacia atrás de esa meta. La retroalimentación clara la mantendrá implicada en sus acciones. Aun cuando pierda todo su dinero, sus pensamientos y sus acciones están ligadas por un propósito común y se vivirán como algo útil. De forma parecida, una persona que decide que encontrar una cura para el cáncer es lo que quiere lograr por encima de todo lo demás, normalmente sabrá si está más cerca de la meta o no, y en ambos casos lo que deberá hacer está claro, y cualquier cosa que haga tendrá sentido.

  • Cuando la energía psíquica de una persona se une a un tema vital, la conciencia logra estar en armonía.

   Una manera de realizar esto es mediante el concepto de evolución. Todo lo que importa a la mayoría de nosotros -preguntas como: ¿de dónde venimos?, ¿adónde vamos?, ¿qué poderes determinan nuestras vidas?, ¿qué es bueno y que es malo?, ¿cómo nos relacionamos los unos con los otros y con el resto del universo?, ¿cuáles son las consecuencias de nuestras acciones?- podrían discutirse de manera sistemática desde el punto de vista de lo que ahora sabemos sobre la evolución y aún más desde el punto de vista de lo que vamos a saber sobre el tema en el futuro.

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